Sydney
¿Qué tal es Sydney para vivir?
Sydney, conocida por sus impresionantes playas, sus emblemáticos monumentos y por la película de buscando a Nemo, es sin duda, un lugar a considerar.
Ofrece multitud de interesantes oportunidades de empleo en diversos sectores. Si estás pensando en plantar tu huevo en Sydney, aquí tienes todo lo que necesitas saber para aprovechar al máximo tu experiencia en esta bulliciosa ciudad.
¿Qué tiene de especial Sydney?
- Playas de postal: Tío, tienes Bondi, Manly, Coogee… ¿necesito decir más? Son el lugar perfecto para tirarte a la bartola, surfear o simplemente para echar un vistazo a la gente y su flow aussie.
- El clima es un puntazo: Olvídate de esos lugares donde necesitas mil capas de ropa. Aquí, el sol es como tu mejor bro que siempre está cuando lo necesitas.
- La comida es para morirse: Desde los foodies hasta los que matan por un buen kebab a las 3 de la mañana, Sydney lo tiene todo. Y ni te cuento de los brunches, ¡son la onda!
- La naturaleza está a la vuelta de la esquina: No todo es ciudad y ruido, en un abrir y cerrar de ojos estás en el Blue Mountains o pillando un ferry a alguna isla tranqui.
- Es un crisol cultural: Aquí te encuentras con gente de todos los rincones del mundo. ¿Y sabes qué significa eso? Cultura y eventos que no se acaban más.
- La vida nocturna es de primera: Desde pubs hasta discotecas que te hacen bailar hasta que salga el sol, aquí la noche nunca es aburrida.
- El café es religión: Si eres de los que no pueden sin su dosis de cafeína, bienvenido al paraíso. Los baristas aquí son los Messis del café.
- El transporte público es un golazo: Ferries, trenes, buses, y hasta light rail. Puedes olvidarte del coche y aún así recorrer la ciudad de cabo a rabo.
- Los mercados son lo máximo: Desde el Paddy’s Market hasta los mercadillos de fin de semana, siempre hay un lugar donde encontrar tesoros escondidos o comida fresquita.
- El estilo de vida relajado: A pesar de ser una ciudad ajetreada, la gente aquí tiene una onda relajada que te contagia. Nadie parece llevar prisa y siempre hay tiempo para un buen chinwag (charla) con un desconocido.
Vivir en Sydney ¡Lo que NO te Contaron!
- El alquiler te deja el bolsillo temblando: Si no te sobra la pasta, prepara tu cartera porque los precios de los alquileres aquí te hacen llorar más que cortar cebollas.
- El tráfico puede ser una pesadilla: Aunque el transporte público es decente, si decides ir en coche, más te vale tener paciencia de santo porque los atascos son épicos.
- Los bichos, colega: No es ningún secreto que Australia tiene bichos que parecen sacados de una peli de terror, y Sydney no es la excepción. Arañas, cucarachas… #sendhelp
- El costo de vida no es moco de pavo: Desde la comida hasta las salidas, tu cartera va a sentir que está en una maratón sin fin.
- El mercado laboral puede ser un ring de boxeo: Hay mucha competencia, así que tienes que venir con los guantes puestos y listo para pelear por un buen curro. (o aplicando los consejos de nuestro canal de YouTube) 😉
- El tiempo puede volverse loco: Aunque en general es bueno, a veces te encuentras con que el clima cambia más rápido que un camaleón. Puede que salgas con el sol brillando y vuelvas empapado de una lluvia sorpresa.
- La vivienda es como buscar aguja en un pajar: Encontrar un buen lugar para vivir puede ser una odisea. Y cuando encuentras algo decente, es como si hubieras ganado la lotería.
- Los turistas por todos lados: Sí, es una ciudad turística, lo que significa que en temporada alta, te toca hacer slalom entre la multitud.
- La contaminación puede ser un fastidio: Aunque no es la peor, la contaminación aquí puede darle a tus pulmones un poco de ejercicio extra.
- La vida silvestre a veces es demasiado “silvestre”: No es raro encontrarte con que una gaviota te roba el almuerzo o que un possum te despierte en medio de la noche haciendo de las suyas.
El clima en Sydney.
¿Pensabas que en Australia era siempre verano, playa y barbacoas? Pues va a ser que no, amigo. Sydney te tira esa teoría por la ventana con un clima que es más cambiante que los precios en la bolsa.
Aquí abajo, en el hemisferio sur, las estaciones están todas del revés. Mientras en Europa te estás congelando en diciembre, en Sydney estamos sacando las chanclas y la crema solar. Pero ojo, que no todo es solazo y días de playa.
En Sydney, el clima es como una caja de sorpresas – nunca sabes qué te va a tocar. Tenemos un clima oceánico que se podría hermanar con el de Barcelona, pero aquí, aunque el termómetro se mantiene en una onda bastante suave todo el año, los veranos son para derretirse un poco, rondando los 25ºC, y los inviernos son frescos, que te hacen querer un buen abrigo con temperaturas que bailan entre los 13 y 14ºC.
Y las lluvias, ¡ah, las lluvias! Aquí te pueden pillar en pleno febrero con un sol de justicia o en agosto con un chaparrón que ni te cuento. Así que ya sabes, no te fíes ni un pelo del cielo azul y lleva siempre un paraguas en el bolso o mochila, porque aquí el tiempo tiene más giros que una serie de Netflix.
¿Cómo moverse en Sydney?
El transporte en Sydney es como una red de araña, ¡cubre todo y más! Te mueves por la city con una facilidad que flipas, gracias a su combo de trenes, buses, tranvías y hasta ferrys que te hacen sentir como si estuvieras en una peli de James Bond.
Ahora, no te voy a mentir, moverse por aquí puede ser un pellizco para el bolsillo, pero ¡tachán! Tenemos la Opal Card, el as en la manga para viajar sin que tu cartera sufra un ataque. Esta tarjetita mágica funciona en todos los transportes y te hace el paripé de los precios más llevadero, porque si vas pillando tickets sueltos, te sale por un ojo de la cara.
Hablemos de números: un viajecito en bus puede ir desde los $2 AUD hasta los $5 AUD, que no está nada mal. Si te lanzas a la aventura en tren, prepara entre $4 y $8 AUD. Y si lo tuyo es sentir la brisa marina en un ferry, pues va a ser que toca rascarse el bolsillo con unos $5-8 AUD. Pero oye, con las vistas que te gastas, hasta te parecerá barato.
¿Cuánto vale una habitación en Sydney Australia?
Sydney no es solo canguros y surf, también es la reina de los precios altos en Australia. Viviendo aquí, te das cuenta de que el alojamiento es como un buen vino australiano: cuanto más cerca del centro, más te clava.
Si estás pensando en mudarte y te pones a mirar precios, te vas a encontrar con que un rinconcito en Sydney te puede costar entre 200 y 300 pavos a la semana. Claro que eso es como decir «depende» porque si te vas a vivir a un barrio más tranqui o decides compartir piso, puedes ahorrarte una buena pasta.
Piénsalo, si te alejas del meollo de la ciudad, donde todo es bullicio y negocios, puedes encontrar algo que no te deje la cartera temblando. Y si no te importa compartir tu espacio personal, puedes incluso pagar la mitad. Vamos, que una habitación solo para tus huesos en las afueras te puede salir por unos $240 AUD semanales, pero si te quieres dar el lujo de vivir en el centro y no compartir, prepara hasta $380 AUD.
Al final, compartir o no es como elegir entre Vegemite o mermelada en la tostada: cuestión de gustos.
¿Cuál es el mejor lugar para vivir en Sydney?
Este es el chiringuito de los dioses, chaval. Si te mola el rollo playero, las olas y un ambiente que está siempre hasta arriba de buen rollo, este es tu sitio. Eso sí, los alquileres aquí te hacen sentir que estás pagando un riñón por vivir en el paraíso.
Aquí es donde la modernidad pega fuerte. Es el barrio hipster por excelencia, lleno de cafecitos que son la envidia de Instagram, tiendas de diseño y una vida nocturna que no te deja ni un minuto de respiro. Si te va la marcha y el arte, Surry Hills te va a enamorar.
Si lo tuyo es más alternativo y te va el rollo bohemio, Newtown es tu destino. Con un ambiente LGTBIQ+ super friendly, arte callejero que es una pasada y pubs donde la música en vivo es la reina, este barrio no tiene desperdicio.
Este es el barrio más antiguo de Sydney y se siente como un viaje en el tiempo con un toque chic. Calles empedradas, mercadillos cada fin de semana y vistas al Harbour Bridge y la Ópera que te dejan con la boca abierta. Eso sí, prepara la cartera porque vivir aquí es para los que tienen unos dólares extra.
Si te flipa el ferry y quieres sentir que cada día es una excursión, Manly es tu lugar. Playas para surfear, un corso para pasear y un ambiente relajado que te hace olvidar que estás a un viaje de ferry de la city.
Este es el corazón del oeste de Sydney, con una mezcla de lo nuevo y lo viejo, y una diversidad cultural que se nota en cada esquina. Los precios son más asequibles y es perfecto si buscas algo más tranqui y espacioso.
Aquí la fiesta nunca muere. Con una vida nocturna que te hace bailar hasta que salga el sol y una oferta gastronómica que te hace salivar solo de pensarla.
Este es el barrio en auge, lleno de estudiantes y creativos. Con la Universidad de Sydney cerca, tiene un rollo joven y vibrante, y está lleno de galerías de arte y espacios verdes.
Un barrio con un aire de pueblo dentro de la ciudad, con pubs históricos, mercados de fin de semana y una comunidad que se conoce por su nombre. Es como vivir en una burbuja de tranquilidad a un paso del bullicio.
¿Que no perderse en Sydney?
Si has llegado hasta aquí, seguramente Sydney sea una de tus ciudades favoritas de Australia. Por eso, vamos a hacerte una lista de los sitios más guays de la ciudad para que sepas qué visitar en Sydney.
Agarra tu tabla y mézclate con los surferos en la mítica playa de Bondi. Y si lo tuyo no es domar olas, siempre puedes tomar el sol o flipar con los artistas del skate en el parque de Bondi.
Átate bien los cordones y sube al puente más icónico de la ciudad. Las vistas son de otro planeta, ¡y el subidón de adrenalina también!
Llena tu cesta de chuches y vino, y vete a pasar el día entre flores y vistas alucinantes de la Ópera de Sydney.
Pasea por las callecitas empedradas, échale un ojo a las galerías de arte y no te pierdas el mercadillo de los fines de semana. Es historia viva con un toque de modernidad.
Súbete al ferry y disfruta del viaje hasta Manly. Playa, tiendas y un montón de sitios para comer algo rico con vistas al mar.
Ve a decirle «hola» a los canguros, koalas y a la fauna más exótica. Además, el zoo tiene unas vistas de la ciudad que son una pasada.
Si te va la marcha, este es tu barrio. Bares, clubes y todo tipo de gente con ganas de pasarlo bien hasta que el cuerpo aguante.
¿Buscas tesoros únicos? Los sábados, este mercado se llena de moda, artesanías y comida que te hará la boca agua.
Para los amantes del arte, este lugar es sagrado. Colecciones que van desde obras de los aborígenes australianos hasta arte contemporáneo.
Aquí tienes de todo: acuario, jardín chino, cine IMAX, y un montón de sitios para comer con vistas al agua.
El tamaño importa,
el de la ciudad digo.
Si no sabes cual elegir, este vídeo quizá te ayuda.